La PINTURA y la BITÁCORA. Cuento corto de David del Real. DAVID DEL REAL. LA PINTURA Y LA BITACORA!

 https://at.tumblr.com/david-actor-schauspieler/la-pintura-y-la-bit%C3%A1cora/veyveewjv3bc


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La Pintura y la Bitácora...

Este cuento, si mal no recuerdo, sólo lo había publicado con “Entre Valles” del Estado de México.

La pintura y la bitácora

Cuento Corto

Existieron hace muchos siglos, muchos más de los que se cuentan con los dedos, dos hombres muy sabios. Vivían recluidos del mundo en el interior de una cueva. Dicha cueva se encontraba en lo alto de una montaña. Eran dos solitarios dedicados al estudio y la meditación. Llevaban una vida tan modesta que rayaba en la miseria. Tenían muy pocos objetos cada uno y sus comidas eran frugales. Sin embargo, cada uno , guardaba en una distinta esquina de la cueva algo muy especial.Los dos sabios habían tenido casualmente vidas bastante parecidas antes de decidir el excluirse a sí mismos de la sociedad. El primero de los sabios se especializaba en la astrología, los numerología, la medicina y la magia, además de ser elocuente y controlado. Dichas facultades lo llevaron a convertirse  en el primerministro de un poderoso monarca de aquellos días. Durante los primeros años el rey había obrado y gobernado sabia y justamente, aconsejado por su primer ministro. Tristemente y como ha sucedidosiempre al menos desde donde registra la historia, la utopía no durómuco.  El destino había querido que el amor de su vida , que por cierto no era la reina, muriese trágicamente al caerse de una escalera. La muerte de la favorita amargó al rey, y cuando un corazón se amarga no sabe distinguir entre las buenas y las malas causas. La economía del reino se derrumbó, reinaban el bandolerismo, la corrupción y los negocios ilícitos. Todo el reino…era una enorme caja de Pandora .Dados estos sucesos, y siendo por demás obvio que sus observaciones ya no eran escuchadas, nuestro primer sabio presentó silenciosamente su renuncia. Tomando lenta y calladamente sus más elementales posesiones, dejó el palacio. Nosin antes llevarse como único recuerdo de aquellos días una pintura.Una pintura, la cual cuelga hoy en la esquina más profunda del ladoizquierdo de la cueva ,mostrando a su entonces rey, en toda su gloria sobre su trono, gallardamente engalanado con su corona.La historia del segundo sabio no es muy distinta de la del primero. Este era reconocido como todo un experto en el arte de la poesía, la  filosofía,y la aritmética.Llegó muy pronto a ser la mano derecha de un rico mercader. Dicho mercader viajaba por todo el mundo conocido de aquellos días desplazándose como si las leguas fuesen pulgadas y una montaña no contase más que un montículo de arena. Nuestro segundo sabio era un hombre de exquisites ética notable, es importante mencionarlo  .Esto lo llevó a renunciar de unsevero bofetón  asestado en la mejilla izquierda de su patrón al descubrir una dolosa estafa con que este último se había aprovechado de un grupo de campesinos. Partió en ese instante llevando tan sólo su vieja bitácora de cuentas en la que no anotó lasoperaciones del día. Dicha bitácora está hoy, como se habrá imaginado ya el lector, en la esquina más profunda del lado derecho de la cueva.Un día le preguntó un sabio al otro:-¿Sabes? Hace mucho tiempo que había querido preguntarte esto. Me has platicado ya de aquella época de tu vida en que fuiste ministro, pero dime, ¿Cómo te sientes al guardar esa pintura de tu antiguo rey y pensar en lo que se convirtió después de la muerte de su amante?-. El otro sabio contestó:-Esa pintura me recuerda la época de gloria de mi rey, es un recuerdo nostálgico de cómo era antes. Cada que veo la pintura me digo a mí mismo que a pesar de que todo terminara en desastre, de algo sirvió mi sabiduría. Esa pintura me dice que después de todo, esa parte de mi vida valió la pena ¿tú como te sientes al guardar tu bitácora?-.Su compañero dirigió la mirada al cielo y con voz profunda comentó:-¿Sabes? Ahora pienso que seguramente, todas las operaciones que yo hacía en ella, servían tan sólo para incubrir operaciones ilícitas que mi patrón me escondía a mí y al mundo. Esa bitácora me recuerda a mí patrón como yo creía que era, me recuerda el ideal de honradez por el que viví. Y por ese ideal, sientoque a pesar de todo, valió la pena-.El otro sabio se quedó meditabundo y agregó:-Amigo mío, se me acaba de ocurrir una cosa que reafirma que lo acabamos de decir. Tú y yo hemos de morir pronto y nuestras posesiones se quedarán donde están. Talvez algún día algún audaz explorador encontrará nuestros huesos y con un poco de suerte será algo letrado también. Reconocerá la pintura del tirano y la bitácora del mercader estafador , entenderá la moraleja de nuestra historia. Sabrá que no debe aprender del estafador y del tirano, aprenderá de la pintura y la bitácora-.-Esa pintura me recuerda como era él antes de que se le amargara elcorazón. Me recuerda aquel tiempo en que la justicia y la prosperidad eran palabras poco escuchadas, porque cuando realmente existen nadie las nombra. Creo que algo parecido te pasa a ti ¿cierto?

-Si, esa pintura me recuerda a mi patrón y amigo como yo creía que era, es la parte que vale la pena recordar. Es la parte que hace que esa parte de mi vida haya valido la pena Por eso no hice esos últimos apuntes de ese último día.

Cuento corto de David Del Real. Todos los derechos reservados.

Twitter: @DavidRealActor

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